
En el corazón de Torre Picasso
La 'prima donna' de la inmobiliaria de Amancio Ortega: El rascacielos más caro de Madrid, con inquilinos como Google, Deloitte, Glencore, HSBC y Blackrock, se gestiona como un hotel de lujo para empresas.
Las hay más altas y más nuevas, pero ésta "es un universo paralelo". Así inicia nuestra guía su explicación sobre la joya de la corona de la colección inmobiliaria de Amancio Ortega. "La mejor", remata. En Torre Picasso trabajan un carpintero y un bombero, hay un helipuerto que casi no se usa, una sala de seguridad que se parece a la de un casino de Las Vegas y un almacén de repuestos valorado en un millón de euros.
Unas 6.000 personas entre visitantes y trabajadoras hormiguean cada mañana por sus 43 plantas de oficinas envueltas en mármol. Pontegadea Inmobiliaria, su dueña, ocupa parte de la 11. El gran inquilino es Deloitte, que distribuye más de 1.000 empleados por todo el edificio ocupando una cuarta parte, pero otro 50% del espacio se reparte entre multinacionales tecnológicas y financieras. En su interior, todo es control, seguridad y velocidad.
Torre Picasso es más que la torre más famosa de Azca. La parcela propiedad de Ortega incluye también la plaza Pablo Ruiz Picasso y el Impact Hub, un espacio de coworking donde conviven decenas de pymes y profesionales. 10.000 metros cuadrados en el eje cartesiano del Madrid de los negocios, a diez minutos del aeropuerto, a diez de Callao, a tres del Bernabéu.

La torre está al 98% de su ocupación. Lleva así, prácticamente llena, casi desde su inauguración en 1988. Estos días, rematan sus espacios sus dos últimos inquilinos, dos restaurantes de la planta baja: Circolo Popolare, del grupo italiano Big Mama, y Pabblo, un restaurante del Grupo Larrumba Holding, con tres plantas, una de ellas iluminada por un lucernario a ras de suelo.
En medio del trasiego de obreros, una joven lleva varios días recorriendo el perímetro de la torre con un extraño aparato en carrito de bebé. "Es un nuevo modelo de antena de GPS de Google", nos responde. Si el mejor inquilino de Amancio Ortega en todo el mundo es Amazon, en Torre Picasso la tecnológica que manda es Google. La filial española de la mayor tecnológica del mundo y su filial Youtube ocupan las plantas 20, 26 y 27. Cada año aportan 600.400 euros a la comunidad de propietarios del edificio, según su última memoria, que también anota que su contrato de alquiler concluye el 31 de diciembre de 2024.
Como satélites alrededor de un gran planeta, más empresas tecnológicas pueblan la torre: Paypal, Devoteam, MicroStrategy, One eSecurity, Quantexa Spain... Cuesta encontrar empresas españolas en Torre Picasso. Una de ellas es la vasca Plain Concept que se define a sí misma como una boutique de desarrollo de software. Quique Martínez, su CEO, tiene claro que estar en la torre "sale rentable". "Estamos en el centro neurálgico financiero de Madrid, lo que nos permite estar cerca de otras empresas líderes del sector y de nuestros clientes", afirma. "Queremos quedarnos aquí de forma indefinida".
Plain Concept habita desde 2022 la planta 13, donde tiene como vecinos al fondo inmobiliario GLP Europe y la oficina española de Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo. Otras gestoras son ASG Funds, Lyxor Asset, filial de Amundi, o la sociedad de inversión mexicana Monex, experta en divisas. La suma de los fondos que gestionan sus empresas de cabecera no se puede tansponer a piscinas olímpicas.

El sector financiero es históricamente el de más presencia en el edificio. Hoy conviven cinco de las mayores instituciones financieras del mundo: HSBC ocupa las plantas 32 y 33, Société Générale (10 y 12); Visa y Wells Fargo comparten la 16 y Mitsubishi Corporation se aloja en la 17. La minera Glencore, Cepsa Química, Illumina, Viterra, EdP, PowerChina Huadong y Volkswagen y la coreana Hanwha componen el pelotón de multinacionales de la industria del edificio.
Pontegadea concibe la gestión de la torre como un hotel de lujo para empresas. Un nivel de servicio que se mantiene con una plantilla de 145 empleados, y que rubrica con el sello Leed Platino, la máxima calificación que puede recibir un edificio por su eficiencia energética y su sostenibilidad. La planta más alta del edificio puede alcanzar los 45 euros el metro cuadrado, un precio con el que sólo aspira a medirse el sky office del nuevo complejo Torres Colón de la Mutua Madrileña.
Otra de las compañías españolas de la torre es la consultora MS Management Solutions (18), una firma tan discreta como de grandes dimensiones, con 3.200 empleados, una facturación de 275 millones (2022) y presente en todo el mundo, que preside Alfonso Serrano-Suñer de Hoyos. En su balance, MS refleja que el contrato de alquiler finalizará en el ejercicio 2029.
El sector de la consultoría es el inquilino natural de las torres más altas de Madrid. KPMG habita la Torre de Cristal y PWC, la vecina Torre Sacyr. Deloitte decidió mudarse al rascacielos en junio de 2005, meses después del incendio del Windsor. La consultora destina cada año 28,4 millones de euros al alquiler de 23 oficinas en España, con Torre Picasso como principal partida. La consultora despliega sus oficinas por toda la torre, desde la 11 hasta la 43, ocupando los espacios según van quedando libres. En Azca conviven EY, en la Torre Titania, y Accenture -vecino de Torre Picasso hasta 2022- que tiene colonizada la renovada Castellana 85.
De los Reyzábal a Ortega
"Nos pensamos mucho la operación de Torre Picasso. Nunca antes habíamos invertido en un edificio tan importante, tan grande y tan caro", explican fuentes de Pontegadea. La compra se cerró a finales de 2011, "un momento en que nadie compraba nada, se hablaba incluso de rescate a España. Fue un reto para nosotros y no sabíamos cómo se iba a interpretar, si como un gesto prepotente o como una señal de que la economía revivía", añaden. "Creemos que caló el mensaje correcto, de que 'esto no se hunde', y finalmente fue bien recibida".
Torre Picasso está construida en el solar de lo que pudo haber sido el nuevo palacio de la Ópera de Madrid, pues en el plan urbanístico original, antes de convertirse en Azca, era para equipamientos culturales: una biblioteca, un auditorio y un jardín botánico para la ciudad que nunca llegaron a construirse. Antes de Amancio Ortega, su propietaria era FCC. También fue su constructora.
En 2007, en plena burbuja inmobiliaria, la constructora entonces propiedad de Esther Koplowitz, pagó 170 millones a El Corte Inglés por el 20% que no poseía. Los grandes almacenes, a su vez, se habían convertido en socio de la torre apenas un año antes, tras comprar la Inmobiliaria Asón a la familia Reyzábal, promotora original de Torre Picasso. En el momento de la compra, Asón era dueña, además, del solar del edificio Windsor, que 24 meses antes había colapsado pasto de las llamas en el incendio más colosal y misterioso que ha vivido Madrid desde la Guerra Civil.
En esos años, habitaban la torre principalmente entidades financieras internacionales y el inquilino estrella era el banco de inversión Merrill Lynch. Solo tres meses después de que FCC comprara el 100%, Merrill Lynch saltó por los aires, dando pie a la mayor y última gran crisis del capitalismo global.
Durante 13 años, entre 2003 y 2016, las cámaras de Torre Picasso registraron el ir y venir del comisario José Manuel Villarejo y sus clientes. Sin duda, el policía más famoso de España no encontró lugar mejor custodiado para sus equipos de grabación que el módulo A de la planta 9, sede hasta su extinción en 2016 de Cenyt, acrónimo de Club Exclusivo de Negocios y Transacciones SL. Villarejo tuvo que mirar hacia el cielo desde el arco de entrada del rascacielos antes de bautizar su empresa porque nada más preciso que esas seis palabras definen Torre Picasso.
detalles del proyecto
Colaboración: Periódico El Mundo | Fecha de Publicación: Abril 2 de 2024 | Tipo de Publicación: Torre Picasso
En este artículo se contó con la colaboración de: Jose F. Leal, Emilio Amade (infografía), María Alcántara, Danna P. Natale, Candela Ibáñez, Mª Eduarda, Alcántara, Laura Córdoba y Antonio Blanco (datos).
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